Uno brilló en Alianza Lima y el otro sigue en deuda, Néstor Gorosito tiene que tener mucho ojo

Alianza Lima logró un importante triunfo por 2-0 ante Ayacucho FC, un resultado que mantiene al equipo de Néstor Gorosito en la pelea por el título. Sin embargo, más allá del marcador, el partido dejó en evidencia dos realidades muy distintas dentro del equipo blanquiazul: los que están para ser figuras y los que siguen sin dar la talla.

Fernando Gaibor, el mejor del partido

Aunque algunos, como Mr. Peet, no lo consideraron la gran figura del encuentro, Fernando Gaibor demostró que es un jugador de jerarquía. El mediocampista ecuatoriano fue clave en la victoria al generar cuatro pases clave y tener una destacada labor en la recuperación de balón. Cada jugada ofensiva pasaba por sus pies, mostrando su visión y capacidad para distribuir el juego.

Gaibor, quien llegó como refuerzo para este año, está cumpliendo con creces. Su inteligencia táctica y su capacidad para darle fluidez al mediocampo fueron determinantes para que Alianza se impusiera con autoridad ante Ayacucho FC. Si mantiene este nivel, no hay duda de que será una de las piezas fundamentales del esquema de Gorosito.

Fernando Gaibor entrenando (Foto: Alianza Lima).

D’Arrigo, una frustración constante

En el otro extremo de la balanza está Jhamir D’Arrigo, quien sigue acumulando actuaciones decepcionantes. Su rendimiento ante Ayacucho FC fue un claro ejemplo de lo que se ha convertido en un patrón repetitivo: malas decisiones, falta de intensidad y desidia en el campo.

Mientras sus compañeros luchaban cada balón y buscaban generar peligro, D’Arrigo parecía jugar sin convicción, quedándose estático en varias jugadas clave. Su falta de compromiso y actitud contrasta con el espíritu aguerrido del resto del equipo, lo que genera dudas sobre cuántas más oportunidades merece recibir en el once titular.

Jhamir D'Arrigo entrenando (Foto: Alianza Lima).

Alianza Lima sigue firme, pero necesita más de todos

El equipo de Néstor Gorosito está encontrando su mejor versión, pero necesita que todos los jugadores estén a la altura del reto. Gaibor demostró que puede ser el cerebro del equipo, pero D’Arrigo deberá reaccionar si no quiere perder protagonismo.

Con este triunfo, Alianza Lima sigue en la lucha por el campeonato, pero queda claro que el equipo aún tiene ajustes por hacer. El siguiente desafío será una nueva oportunidad para que los que brillan sigan haciéndolo y para que los que decepcionan demuestren que todavía pueden aportar.

¿Seguirá Gaibor consolidándose como el líder del mediocampo? ¿D’Arrigo cambiará su actitud antes de que sea demasiado tarde? En Matute, las respuestas no tardarán en llegar.