La mejor decisión que tomó Fossati apenas regresó a la 'U', los jugadores celebran

El retorno de Jorge Fossati a Universitario de Deportes no solo ha sido recibido con entusiasmo por los hinchas, sino también con gran aprobación dentro del propio plantel. Y es que una de las primeras decisiones que tomó el estratega uruguayo tras volver a ponerse el buzo crema fue mantener el sistema táctico 3-5-2, una estructura que ya conocía el equipo y con la que mejores resultados se han conseguido en los últimos tiempos.

Un esquema que potencia al plantel

El 3-5-2 es un sistema que Fossati implantó en su primera etapa con éxito, llevando a la ‘U’ a ser uno de los equipos más sólidos defensivamente del torneo 2023. Este dibujo permite que la defensa se mantenga firme con tres centrales, mientras que los carrileros tienen libertad para ir y venir por las bandas, aportando tanto en ataque como en la marca.

La decisión de continuar con esta idea táctica ha sido clave para mantener la identidad futbolística del equipo. Además, jugadores como Andy Polo, Aldo Corzo y Rodrigo Ureña ya dominan este sistema, lo que permite una transición mucho más fluida y evita pérdidas de tiempo en procesos de readaptación.

Los futbolistas, agradecidos con la continuidad

En declaraciones recientes, varios jugadores del plantel han reconocido que la permanencia del sistema les ha generado confianza y tranquilidad. No hubo necesidad de empezar de cero ni experimentar formaciones improvisadas, algo que muchas veces sucede con la llegada de un nuevo técnico.

Fortalezas del 3-5-2 para el presente de la ‘U’

Con este esquema, Universitario puede generar superioridad en el mediocampo, controlar los ritmos del partido y hacer daño por los costados, gracias al despliegue de sus carrileros. Además, se optimiza el rendimiento de figuras clave como Williams Riveros, que se siente más cómodo como líbero, y se le da mayor libertad a los delanteros para moverse con menos carga defensiva.

Fossati ha dejado claro que las buenas ideas no se cambian sin motivo, y por ahora, mantener el 3-5-2 ha sido la mejor jugada. Los jugadores lo celebran, y el rendimiento colectivo lo respalda.