Kevin Ortega nunca más debe dirigir un clásico y aquí las razones

Universitario de Deportes y Alianza Lima empataron 1-1 en la final de ida de la Liga 1. Pese a que era un partido con los dos más grandes equipos del Perú, el protagonista resultó siendo Kevin Ortega. El árbitro, como es de costumbre, volvió a ser el centro de atención por sus inexactitudes, faltas de congruencia en sus decisiones y reacciones, por eso no debe dirigir nunca más un clásico.

Lo primero que tiene que quedar claro es que Ortega perjudicó tanto a Alianza Lima y Universitario. Tuvo muchas inexactitudes en el trámite del partido, pues no fue claro en la primera mano en el área de Aldair Rodríguez a favor de la U, cosa que también quedó reflejado en la polémica mano de Hernán Barcos en contra de Alianza Lima, donde sí cobró el penal.

Tuvo muchas faltas de congruencia en sus acciones, pues mientras a los jugadores de Alianza Lima les cobraba todo, a los de la U ni los miraba. La jugada más polémica fue el manotazo de Zambrano a Calcaterra que ni la revisó en el VAR. Fossati, técnico de la U, se dio cuenta de esto y así explicó su desacuerdo: "Lo único que me da para agregar es que, desgraciadamente, me parece que hubo cosas que no me gustaron para nada y lo digo con el máximo de los respetos, pero como mínimo siempre aclarando que no soy árbitro, pero algo conozco del reglamente y de verdad hay cosas que no puedo entender”.

De la mano, Ortega quería ser el protagonista en todo el encuentro, gritándole a los jugadores y siendo muy expresivo. Lo más polémico, en este aspecto, fue la amenaza de suspender el partido por unos reclamos de Lagos hacia la hinchada local en el trámite del primer tiempo de juego.

Kevin Ortega no dio la talla

En conclusión, el carácter y decisiones de Ortega no fueron las adecuadas para un partido de esta envergadura. Eso sin contar los incidentes previos por ser un supuesto hincha de Alianza Lima en el último partido del equipo grone en el 2020, donde habría amenazado a un jugador por celebrar el gol que descendía al equipo victoriano.